miércoles, 11 de septiembre de 2013

La vida en subida (en defensa del Paral·lel)

A propósito de la próxima Cursa de la Mercé (que inaugura para la mayoría de corredores de Barcelona la temporada regular de cursas), recupero la escritura de este blog. Como podéis ver, la constancia es una de mis señas de identidad: soy gaseosa hasta para ser blogger.


Total, como el título bien indica, a mi me gusta el Paral·lel. Y lo que os voy a contar ahora es todavía mas dramático: lo peor es que no me gusta correr por el resto de Barcelona. Por lo que siempre he podido sentir y compartir con compañeros y corredores, es precisamente la opción contraria la que predomina: con todas las "majors" de Barcelona circulando por tan emblemática calle, mas de uno y mas de dos tienen marcada esta parte del recorrido como el momento en el que cagarse en todo lo cagable. Maratonianos que arrastran los pies con más dificultades, gente que no para de mirar el crono al comenzar Bombers o la Mitja... pura manía.

A mi es que me molesta correr por dentro de Barcelona. Me aburre lo plana y larga que puede llegar a ser Gran Vía en cursas como Bombers o los tramos guarretes de Sant Antoni que recorreremos el domingo en la Mercé. En cambio, el Paral·lel tiene el encanto de dejarte claro de que va la cosa. Tu entras allí y de primeras sabes donde estás y donde se acaba aquello. Sabes que las cosas se te van a poner feas y que no te queda otra que empezar a "escalarlo"al ritmo que sea. Si quieres hacer marca, no te queda otra que mantener tu ritmo en aquel tramo ascendente; en la maratón, no te vas a achantar por un ratillo mas después de tantas horas de entrenamientos y sufrimientos. Si lo afrontas con cabeza, el Paral·lel puede ser una de las partes mas divertidas del atletismo popular barcelonés.


Y para mi lo es porque pone a cada uno en su lugar. Ahora mas que nunca, te deja claro como estás, donde estás dentro de tu nivel atlético y que es lo que necesitas trabajar. El hecho de subirlo al menos unas cinco veces en el año (si haces todas las carreras de 10K que se corren en el centro) te da el bagaje para afrontarlo cada vez mejor. Subiendo el Paral·lel maduras, pones lo mejor de ti y cada vez que lo subes lo subes mejor. Cuando vas bien te levanta el ánimo, demostrando que has trabajado y que el premio está ahí; cuando vas mal, ves que no eres el único que sufre en aquel tramo, que hay otros humanos iguales que tu y que no todos son máquinas dentro del atletismo popular.



El camino hacia el éxito siempre es hacia arriba, pero precisamente porque solo de este modo podemos disfrutar de las vistas. Por eso defiendo vivir la vida en subida. Paral·lel siempre. Y si el domingo me veis sufrir (que me veréis), dejadme vivir mi vida.

1 comentario:

  1. jajaja, aquí otra que lo pasa bien en las carreras con Parellel incluido. Aunque tenga dos palillos en vez que dos piernas, y aunque en principio no me gusten, las cuestas (leves o duras que sean) se me dan bien. En las carreras que acaban con el Parallel, Jean Bouin y Cursa de la Dona para hacer dos ejemplo, consigo recoger cadáveres en cantidad! y de hecho intento meterlo en los entrenos: si conoces al enemigo, mejor !
    Quizás después de probar el nuevo recorrido de Sant Antoni cambie idea ...

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